Son muchas las epecies de pulgón que habitan en los jardines y pocas las plantas que se libran de ellos. Estos pequeños insectos (de 1 a 3 mm de longitud) pueden presentar diversos colores según
la especie a la que pertenezcan: verdes, grises, amarillos, negros…
Aunque su morfología es
prácticamente la misma en las distintas especies, de aspecto redondeado y de cuerpo blando. Las ninfas mudan la piel exterior varias veces a medida que van creciendo, y a menudo van depositando las mudas ya utilizadas en el haz de las hojas en que se encuentran.
Producen diferentes daños, tanto directos como indirectos. Los directos serían la absorción de
la savia de las ramas y de las hojas que se rizan y marchitan. Indirectamente segregan una sustancia azucarada la cual es un excelente transmisor del moho negro, sobre todo en ambientes húmedos. Pueden
implantarse otros hongos saprófitos, impidiendo a la planta hacer la fotosíntesis. Además contagian virus y enfermedades de una planta enferma a una sana.
Las hormigas son unos grandes aliados, el líquido dulce que los pulgones excretan es lo que utilizan para pagar a las hormigas por su defensa de los depredadores.
Para combatirlos no estamos solos, disponemos de un amplio arsenal de depredadores
de pulgones que se alimentan de ellos de manera eficaz. Crisopas,
mariquitas, avispas parasitoides, sirfidos, arañas, chinches...
Existen varios remedios caseros para desprenderlos de la planta:
- Humo: Cubrimos la planta con una tela y encendemos un incienso bajo ella. El humo los desalojará de la planta y entonces los tratamos en el suelo o maceta sin tocar la planta.
- Agua a presion: Sólo antes de abrir la flor (estando en capullo o antes, pero no en flor). Los rociamos con el agua y una vez que estén en el suelo los tratamos.
El mejor ataque es un abuena prevención y para ello contamos con una aplia gama de remedios naturales y ecológicos:
- Ajo: Para fabricar en casa un repelente a base de ajo simplemente herviremos media hora un litro de agua con cinco dientes de ajo. Dejamos enfriar el agua y el resultado lo pulverizaremos sobre la planta
- Infusión de cebolla: Como el ajo, la cebolla es un alimento natural usado contra hongos y pulgones. Se pica una cebolla mediana por litro de agua y se hierve 5 minutos. Una vez frío se puede aplicar.
- Maceración de ortiga: La ortiga es un buen insecticida, estimula el crecimiento de las plantas, y fortalece su sistema inmunológico. Las mezclas de la maceración de la ortiga son diferentes en los casos de prevenir, abonar o curar las plantas. Se maceran 100gr de ortiga en prefloración en 1L de agua durante 15 dias, las plantas deben estar sumergidas, y se debe remover la mezcla. Cuando el agua ya está oscura y aparece el olor de la fermentación, colamos la mezcla. Para aplicarla, debemos diluir el líquido en 100ml de solución por 500 ml de agua. Se pulverizarla en la planta o el suelo para prevenir el ataque, fortalecer la planta y abonar.
- Cola de caballo: Se ponen a remojo 100 g de plantas frescas en 1L de agua durante 24 horas. Luego se hierve unos minutos, se deja enfriar y se filtra. Se diluye en agua en proporción 1/5. Se debe aplicar en tiempo seco y soleado, de primavera a verano. Fumigar directamente sobre las plantas.
- Solución jabonosa: Diluimos una cucharada de jabón neutro en 1L de agua y pulverizamos sobre la planta.
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